miércoles, 30 de abril de 2014

Una historia de color y juventud

 El horizonte está en los ojos y no en la realidad.
Ángel Gavinet


Starry Eyes, 2013

Hace un par de años mi hermano me mostró un par de fotos de Ryan McGinley. Las imágenes se me quedaron pegadas en la retina, colores, juventud, honestidad puesta en fotos. Quede fascinado. McGinley es un fotógrafo norteamericano, a los 25 años hizo historia al convertirse en el fotógrafo más joven en tener una exposición en el Whitney Museum of Art. La ultima colección del fotógrafo fue publicada en el 2013 y se llama Body Loud. Esta colección es, en mi sincera opinión, un hito para la juventud. Sus colores brillantes en contraste con la desnudez de los modelos y el fondo natural crean el ambiente de honestidad por el que McGinley es conocido.


Blonde Olivander, 2013



Astral (Lagoon), 2013


Candle, 2013


Soft Confetti, 2013


Carlotta, 2013

Denle una mirada, http://ryanmcginley.com 



Into the Wild : Viaje hacia uno mismo.


 “Cuando quieres algo de la vida, tan solo debes estirarte y alcanzarlo”.


Two years he walks the earth. No phone, no pool, no pets, no cigarettes. Ultimate freedom. An extremist. An aesthetic voyager whose home is the road. And now after two rambling years comes the final and greatest adventure. The climactic battle to kill the false being within and victoriously conclude the spiritual revolution. No longer to be poisoned by civilization he flees, and walks alone upon the land to become lost in the wild. 
- Alexander Supertramp May 1992.


El cine como toda expresión artística genera diversas sensaciones al espectador, muchas veces después de ver una película sentimos ganas de hacer cosas que usualmente no haríamos y soñamos que somos héroes, magos, villanos, etc., considero que es en ese momento donde podemos decir que ha tenido éxito la película, cuando podemos ver y creer las cosas de otra forma, cuando sentimos que lo hemos visto influye tanto en nuestra vida que intentamos hacerlo realidad, o bueno eso creemos... Personalmente siempre intento sentir las imágenes, buscar que penetren en todo mi cuerpo y que  me abrasen. Esto me ocurrió al ver hace ya unos años Into te wild, película dirigida por Sean Penn basado en un libro de Jon Krakauer donde nos cuentan la historia de Christopher Mc Candless, un joven que acaba de culminar sus estudios y abandona todo para poder sumergirse a un viaje hacia la naturaleza o diría yo hacia su naturaleza.
Esta obra cargada de bellísimos planos y un soundtrack maravilloso elaborado por el gran Eddie Vedder hace de la película un viaje para el que lo está observando tan emotivo como el que está haciendo Supertramp (Christopher). Este quiere dejar de pertenecer al  sistema en el cual ha vivido hasta ahora, un sistema marcado por el consumo, por la hipocresía y sobre todo por el condicionamiento que le  impide ser libre. Christopher abandona absolutamente todo, su familia, sus estudios, el mundo; Solo quiere una cosa llegar a Alaska, él no sabe  por qué, solo siente que ahí es donde se encontrará. Él sabe que en el camino se transformara y conocerá nuevas cosas, él sabe que  de nada sirve aferrarse a lo material por eso dona todo su dinero, deja su auto y solo carga consigo lo necesario para sobrevivir. Christopher es libre, pues asume las consecuencias de su elección, el viajar hacia Alaska y encontrar allí la naturaleza del ser humano.
Su viaje hasta llegar Alaska dura dos años donde conoce muchas personas que le dan visiones distintas de ver el mundo y donde él poco a poco va construyéndose y disfrutando de la vida; debemos saber que el verdadero viaje es el camino hacia sí mismo, el cual está  cargado de dificultades y enseñanzas. Esto genera que Supertramp se sienta bien y no extrañe nada del mundo al que estaba inmerso. Cada día es una aventura nueva, cada día debe luchar por algo que no sabe si estará mañana, cada día busca vivir como si fuera el último. Él busca sentir la vida, estaba cansado del control que hay sobre las cosas, esto se ve marcado por la relación que tenía con sus padres y sobretodo la forma en que sus papas convivían entre sí.” Si admitimos que la humanidad puede guiarse usando tan sólo la razón, entonces toda posibilidad de vida será destruida”.
El sentir es un tema muy importante que se aborda en esta cinta ya que no solo se observa en la construcción del personaje principal sino en la mayoría de personajes que este encuentra en su camino. Como dijimos antes él aprende de su viaje, el viaje es un fin en sí mismo que Christopher llega  a valorar, sin embargo este necesitaba llegar Alaska pues él consideraba que ese era su objetivo. Cuando llega a Alaska  encuentra el “bus mágico” que  lo utiliza de refugio y donde lleva a cabo muchas reflexiones acerca de lo que aconteció en su viaje, es ahí donde se da cuenta que el camino ha sido el objetivo de todo ese hermoso viaje. Es en este bus donde encuentra el sentido de su vida ya que se da cuenta de que a pesar de haber realizado lo que él decidió no tenía nadie con quien compartirlo. La naturaleza del hombre es relacionarse con otros hombres, este eligió estar solo, ya que siempre lo estuvo. Al momento de decidir escapar hacia Alaska , Christopher no se sentía cómodo con el mundo, era él contra todos ,poco a poco fue dándose cuenta de que el relacionarse con el mundo, incluyo naturaleza y seres vivos es lo que lo hace sentir” vivo”, pues, como dice él en una de las últimas escenas , la cual considero la más hermosa de toda la película “ La felicidad solo existe si es compartida” luego de eso el muere ya que se envenena por ingerir plantas venenosas. Él no quería morir sabía que el viaje no había  terminado a pesar de haber llegado  a su objetivo, Supertramp ya era consciente de su naturaleza ahora quería compartirla. La cinta termina con la bella reflexión mencionada, con el bello moviente hacia el compartir no importa que sea algo material o abstracto porque eso es amar.
Debo mencionar que esta película es una de mis favoritas ,se me ha hecho muy difícil escribir sobre ella porque no hay palabras exactas que permitan describirla …solo sensaciones y que más difícil que explicar eso, lo que uno siente ,es como viajar… hacia la naturaleza de nuestro ser.


lunes, 28 de abril de 2014

Sobre Raging Bull, una película de Martin Scorsese

"So, for the second time, [the Pharisees]
summoned the man who had been blind and said:
'Speak the truth before God.
We know this fellow is a sinner.'
'Whether or not he is a sinner, I do not know.'
the man replied.
'All I know is this:
once I was blind and now I can see.'
I
De cómo nació el proyecto
Fue en las filmaciones de The Godfather II en las que Robert De Niro leyó por primera vez Raging Bull: My Story, de Jake LaMotta. El libro era una autobiografía que relataba la historia de un boxeador profesional de pesos medianos, desde su infancia y sus inicios en el boxeo hasta la obtención del título mundial y su posterior debacle en el ámbito familiar y profesional. El libro, de pocas cualidades literarias, impresionó a De Niro inmediatamente, el personaje de Jake La Motta, un muchacho pobre del Bronx de un gran talento que ve un proyecto de vida destruido por su propio carácter, para luego arrepentirse y buscar una suerte de redención, formó una obsesión constante en su carrera.


Fue en esa época, en que le propuso a Scorsese dicho proyecto. Insistiendo que era una película que tenían que hacer juntos. Scorsese se sentía reticente a realizar dicha adaptación. En sus palabras alegaba que no comprendía realmente el interés por la historia y que por otro lado, ya desde su niñez, encontraba al box o cualquier otro deporte aburrido. No obstante, ante la obstinación de De Niro “ Marty” encargó el desarrollo de un guion a manos de Mardik Martin y posteriormente de Paul Schrader –el guionista de Taxi Driver.

Posteriormente, en 1978, Scorsese pasaba por una grave crisis de salud. Después del fracaso de New York New York, su primera película de alto presupuesto, inició un largo y precipitado camino hacia el caos, debido al excesivo consumo de drogas y a un ritmo de vida bastante disipada. Fue en aquel tiempo, en que se divorció de su segunda esposa, pasaba por una gran depresión y una gran rabia por el aparente término de una carrera ascendente en el espectro del cine norteamericano. A pesar del recrudecimiento de su salud, en ese año dio a estrenar The Last Walz, una documental del último tour de la banda de rock The Band. Scorsese supo en ese momento, que era lo que mejor que había dirigido en su carrera. Sin embargo, no se sentía feliz ni satisfecho creativamente:
 “En ese momento comprendí que había un problema, que había una especie de vacío dentro de mí ¡Y me drogué aún más! Luego toqué fondo, me hundí”. (en Cahiers du cinema número 500)

En setiembre de ese año, fue internado en el New York Hospital al sufrir una hemorragia interna que por poco lo lleva a la muerte, estuvo en recuperación diez días.  Su cuerpo no resistía más De Niro lo visita de forma constante y entre conversaciones  le informa que Paul Schrader había finalizado el guión y sólo faltaba él, él era el único que podría hacerlo.


 [Pero ¿Qué ocurre?” Y Luego añadió: “¿No quieres hacer esta película? ¡Sólo tú puedes hacer!”. Respondí que sí. Y entonces comprendí; fui consciente de que yo era él… (Scorsese muestra la foto de De Niro interpretando a Jake La Motta obeso). Yo podía hacerlo. Esa película hablaba de mí. No tenía que decírselo a Bob: ya lo sabía. Todo lo quería de mí era un compromiso. Y de algún modo, en mí se disparó un resorte. Dije: “lo haremos. ¡Adelante!] (en Cahiers du cinema, número 500)
Después de su recuperación se dirigió con De Niro a la isla de St. Martin ha rescribir el guión. Scorsese empezó el proyecto bajo un ritmo creativo frenético y eufórico, que no sentía desde Mean Streets o Taxi Driver. Había encontrado su voz y la convicción para filmar la película. La filmó como si fuera la última, introduciendo todo lo que había aprendido, cada forma y truco de todos sus años en el cine. El resultado, fue la voz trágica de un hombre que luego de pasar por el infierno y la soledad, originado por sus propios demonios, encuentra la redención muchos años después, comprendiendo su ceguera y viéndose por fin en el espejo, aceptándose a sí mismo,  encontrando paz.


II
Sobre Raging Bull
I remember those cheers / They still ring in my ears / After years, they remain in my thoughts. / Go to one night / I took off my robe, and what'd I do? I forgot to wear shorts. / I recall every fall / Every hook, every jab / The worst way a guy can get rid of his flab. / As you know, my life wasn't drab. / Though I'd much... Though I'd rather hear you cheer / When you delve... Though I'd rather hear you cheer / When I delve into Shakespeare / "A horse, a horse, my kingdom for a horse", I haven't had a winner in six months.
[he lights a cigar] Though I'm no Olivier / I would much rather... And though I'm no Olivier / If he fought Sugar Ray / He would say / That the thing ain't the ring, it's the play. / So give me a... stage / Where this bull here can rage / And though I could fight / I'd much rather recite /... that's entertainment…

El inicio de Raging Bull es la síntesis o la gran metáfora de la vida de Jake La Motta.  La trasposición del Intermezzo de Cavalleria Rusticana, el ballet pugilístico que se prepara para el encuentro, golpeando a la nada, un hombre solo en el ring entre las cuerdas que se enfrenta contra sí mismo y contra el mundo . Scorsese logra dar proporciones Shakesperianas a un personaje atormentado por sus propios demonios, que ve como el espectáculo de su vida se resuelve en una gran tragedia, en la que el ring es una alegoría de sus fracasos y de sus éxitos. A su vez, el carácter violento y sesgado de sus mejores años, es su propia condición la que lo precipita a la debacle, a la decadencia moral y física y su posterior ruina. Jake La Motta, ya en 1964 rememora de forma melancólica sus años de juventud y esplendor, recitando pasajes de Tenesse Williams y William Shakespeare antes de entrar a escenario. Lo que sigue es el montaje, de la función de su vida, de dos imágenes dispares: de un hombre viejo, desilusionado y acabado y por el otro lado, un joven La Motta que recibe los golpes, orgulloso, impetuoso e invencible, sin retroceder,  antes de ir al ataque.

La concepción del anti héroe  en Jake La Motta, es de un doble conflicto, es la historia de la impotencia de un hombre que se enfrenta con la sociedad y consigo mismo. Raging Bull es la película de la autodestrucción del protagonista, por sus propias inseguridades y pasiones. La premisa sitúa a Jake un exitoso boxeador de pesos medianos, al cual se le niega tener de ser un contendiente y ganar el título mundial. Existe, en ese sentido, un orden impuesto que no puede superar, las mafias pugilísticas que predisponen resultados y campeones. Jake se niega a formar parte de ello y va por su cuenta, intentando forjar su éxito por sí mismo. El resultado es la frustración, del no aceptar las convenciones corruptas de la sociedad, que se antepone a su suerte y aquellos valores antiguos que defiende, que se acrecientan con los años y generan un orgullo desmedido y ciego que estalla en una actitud violenta contra todo lo que pudo ser bello o valioso en su vida.


Del mismo modo, se puede encontrar un profundo conflicto interno por parte de Jake, una inseguridad, una incapacidad o miedo a ser feliz, que lo abstrae y aísla y dificulta la comunicación con los demás. En ese espectro su hermano Joey (Joe Pesci), es una suerte de pacificador, su conexión con el mundo y lo que lo rodea. Él canaliza sus fuerzas y pasiones y busca las oportunidades que el carácter de su hermano le niega. Por el otro lado, nos damos con Vickie (Cathy Moriarty) la que sería su segunda esposa. Una rubia, con una imagen y actitud al modo de una femme fatale, a la que Jake ve como un espejismo, de algo verdaderamente bello, una fuerza de la naturaleza que no puede controlar, pero que sin embargo, lo atrae y es algo que desea en su vida. Vickie, de esta manera, forma parte vital de sus inseguridades, de su fragilidad contenida, de su falta de comunicación con el mundo al cual, tiene un miedo terrible, de ser abandonado, de que su orgullo y amor propio sean rotos. La violencia, los celos y paranoias de La Motta, se encienden en su temor de no ser suficiente, de no dar talla al papel que interpreta.
Después de casi cuatro años  luchando, ante una gran frustración, Jake termina traicionándose a sí mismo, su hermano Joey lo convence de que su única oportunidad es venderse a la mafia. De este modo, se deja ganar  Ante esta situación Jake llora desconsoladamente, es una traición su filosofía de vida y siente vergüenza de lo que tuvo que hacer y el fracaso que conlleva. No obstante, dos años después, tiene la oportunidad de luchar por el título y lo consigue. Así, en el pináculo de su carrera pasando la euforia del momento, pasamos a un siguiente plano y nos damos con la cuenta que no es feliz, que existe una insatisfacción en cada aspecto de su vida, una resignación que lo hace dejar de lado el entrenamiento y una frecuente paranoia e inseguridad de que su esposa lo engaña. La Motta desconfía de su éxito y procede a destruirlo, escucha internamente acusaciones, confesiones, traiciones contra sí y se aísla en un manto de ebullición y violencia contenida. La misma paranoia lo aleja del único componente estable en su vida, su hermano, su puente con la realidad, al cual le da una golpiza creyendo que lo traicionó con su esposa, rompiendo relaciones con él.

La vida de Jake La Motta, de este modo, es la de un hombre con todas las condiciones para ganar, pero que una vez cumplido el objetivo de su vida, no sabe qué hacer con ella y que falla miserablemente sin encontrar una real satisfacción. Su vida es el espectáculo de una persona que recibe golpe tras golpe en una actitud casi masoquista, en un mundo caótico –dícese el ring o la vida-, en el que se rehúsa a dar su brazo a torcer o ceder, pero este no es un personaje idealista, sino un personaje que ante su propia fragilidad, trata de moldear al mundo a su alrededor, de alcanzar un control ante su propia inseguridad y forjar su propio éxito y auto-respeto. Una vez que gana el título, sin embargo, se siente igual de vacío. Siente la misma gran impotencia e incapacidad de expresarse, el miedo a quedarse solo y ser engañado, de vivir en un mundo, en el cual realmente, no cree merecer ser feliz.

La Motta se ha retirado y abre un night club, con su mismo nombre. En este club, en una profunda decadencia moral, se ve coludido en un caso de corrupción de menores, la policía lo busca. Corre desesperado a buscar dinero con que sobornar a la justicia y falla, al rehusarse a vender su cinturón de campeón, el último recuerdo de su gloria pasada. Ya en la cárcel,  se afronta contra el escenario del que siempre huyó: su propia debilidad. Jake como llegó al mundo, está solo y en el fondo del abismo, en la oscuridad su reflejo es claro, se enfrenta a la realidad, todo lo bello en su vida se había esfumado y era su culpa. Es un hombre, que finalmente, se repite encarecidamente, desesperado que no es un animal, que es una persona, que no es tan malo y que merece una oportunidad.

En 1964, La Motta, otra vez en su camerino, recita el monólogo deI could have been a contender” de Marlon Brando en On the Waterfront. Ha perdido todo, pero por fin puede ver su reflejo en el espejo y no huye de él.  Es curioso, en su fracaso, por fin encuentra un cierto equilibrio, una cierta paz interior que hace llevaderos sus años, ya que ve claramente la luz en el escenario -el ring-  en el que sus mejores años pasaron, el que fue su hogar y forma parte de su modo de plantarse al mundo, sabe que aquel lugar es el único lugar en donde puede expresarse y retomar su vida porque ahora ve.

sábado, 26 de abril de 2014

Dancer in the dark: oscuridad, fragilidad y escape.


La idea de la fragilidad y la dureza que se esconde bajo la piel del ser humano y el deseo de escapar a la oscuridad y situarse en un lugar donde ya no existe nada ni nadie que te pueda condicionar es a mí parecer las premisas principales de esta genial película del director danés Lars Von Trier.  A primera vista tenemos un musical que narra la historia de Selma (Björk), una chica que  sufre de una ceguera en constante progreso, y para evitar que su hijo sufra del mismo mal, trabaja incesantemente en una fábrica para ganar centavo a centavo el dinero necesario para lograr operarlo. A lo largo de la película se vislumbra como Selma, a pesar de aparentar dulzura, tranquilidad y fragilidad, resulta ser el personaje más estrictamente derecho en sus convicciones. El hecho de no abandonar a su hijo a pesar de su enfermedad es un claro ejemplo de cómo lo que uno aparenta no siempre es lo que es por dentro. Sus convicciones la convierten en la persona más capaz de lograr todo lo que se propone. A pesar de los problemas ella tiene un escape, ese escape es su pasión por los musicales, lo único que hace cada vez que se siente abrumada es cerrar sus ojos y dejarse caer en un lienzo vacio donde puede dibujar cada paso que da, donde la música se siente en cada latido del corazón y donde todos los problemas son olvidados por un pequeño periodo de tiempo. Ella solo se deja perder por el arte y vive su danza como si fuera el último día de su vida. Este escape le da a su vida un balance y una estabilidad que la aleja de la fragilidad de la que padecen las personas que no cuentan con este don. Pero lamentablemente este escape nunca lo podrá vivir completamente y se verá truncado por personas ajenas a sus ideales.



Del otro lado de la moneda se encuentran sus “vecinos”, una pareja (Bill y Linda) de clase media-alta con una vida plástica que vive de lo material sin ningún propósito especifico. El esposo es el pilar económico del pequeño hogar, pero cuando este es derribado, teme perder a su esposa por no cumplir con los requisitos que ella está acostumbrada a recibir. Es entonces cuando Bill que le da todo a su mujer y que aparenta ser un hombre fuerte, cae en un agujero donde la única salida es la de cometer un delito a una persona indefensa, esta persona es Selma. La fragilidad se ve reflejada en la acción desesperada que toma el personaje del esposo, no le importa acabar con los sueños de una persona inocente e indefensa, solo le importa lograr su vacuo propósito de mantener su matrimonio, uno que está lleno de mentiras y mascaras que ocultan los verdaderos sentimientos de cada uno. Linda solo quiere el dinero y la buena vida que le da su esposo, mientras que Bill solo quiere la compañía de su esposa, no quiere estar solo, es un hombre sin propósitos. La pareja cumple la función de complementarse uno a otro pero de una manera superficial, se complementan pero siguen siendo dos personas diferentes que buscan intereses egoístas por separado. Son estrictos a la hora de querer lograr sus egoístas propósitos pero frágiles en el momento en el que no los consiguen, sus pensamientos se resquebrajan y caen en lo más profundo de la denigración.




Cuando estos dos estados de fragilidad y de dureza se encuentran, ocurre la detonación de un conflicto que lleva al personaje de Selma a una situación en la que sus principios vehementes se ponen a prueba y una vez más, Selma no se deja tumbar por nada ni nadie, ella tiene un estricto propósito, su finalidad es pura e inquebrantable, ella ama la única extensión material que tiene de su cuerpo en el mundo tangible, su hijo. No le importa ser sacrificada, no le importa perderse, ella será siempre feliz si es que antes de partir, se asegura de que su voluntad se haga realidad.




Llega la hora de separarse del mundo material, siente miedo, es una persona como cualquier otra, pero se acuerda de aquella mágica experiencia que puede llevarla a un lugar de paz y tranquilidad. Por última vez logra envolverse en danzas y música que hacen que sus últimos pasos en la tierra sean placenteros, no piensa solo baila hasta llegar al injusto fin que le impusieron las personas que alguna vez pensó fueron sus amigos. El miedo se vuelve a apoderar de ella pero llega la última luz en su vida, su hijo a pesar de todos los obstáculos, será operado, es ahí donde ella se tranquiliza y espera con melodías en su boca, el final de una vida que nunca quiso que sea feliz, solo le queda esperar que lo que queda de su alma en el mundo material, su hijo, pueda lograr la felicidad que ella nunca pudo experimentar por completo. Solo le queda esperar y seguir siempre inocente bailando en la oscuridad.




viernes, 25 de abril de 2014

10 películas favoritas

Hace un par de semanas ya, una amiga me etiqueto en uno de estos retos de Facebook. El reto era nombrar tus 10 películas favoritas. A mi estas cosas me llegan al pincho usualmente. Pero este reto (o de repente fue el hecho que la susodicha me suele hacer caso a mis consejos) en particular me pareció interesante. Pero yo siempre tengo que hacer las cosas de una manera distinta (en parte porque nunca supere mi adolescencia).De esta manera me embarco en la tarea de hacer un listado de mis 10 pelas favoritas. PERO, decidí también encontrar mis escenas favoritas en estas películas. Después de un arduo trabajo (hueviar duro y parejo y ver las que consideraba mis películas favoritas durante una semana y media). Aquí les presento mi intento, probablemente fallido, de identificar mis películas favoritas (POR AHORA)

No las pongo ningún orden es especial (eso ya sería muy difícil)

Pulp Fiction (1994)

Porque ninguna lista estaría completa sin un poquito de Tarantino. Su estilo tan crudo y sangriento impacta y supera cada vez mis expectativas. Sin duda alguna, mi escena favorita es


Les Misérable (2012)

Porque sin duda la actuación de Anne Hathaway es una de la mejores cosas que le ha pasado al cine hollywodense en unos cuantos años;


Fight Club (1999)

Me enredo, y además me introdujo al mundo de Fincher. El final que caga cerebros, y la crítica social que presenta de una manera tan original son solo dos de mis cosas favoritas. Por la actuación de Helena Boham Carter, por una desfiguración más de Jared Leto, por tu libreto,  por tu trama, por eso, y mucho más, gracias Fight Club.


Silver Linings Playbook (2012)

Porque David O. Russell es un genio que crea personajes que cautivan con sus imperfecciones. Y la química de Jen Law y Bradley no le sienta para nada mal.

Sin duda alguna; 

PERO, vale la pena mencionar esta también;


Pineapple Express (2008)

No puedo no reir con esta película, y además me encanta esta teoría 


Siento una necesidad de hacer una mención honrosa a This is the end (2013) los cameos de todos, en especial de Emma <3  (te dejo fuera porque Pineapple Express ya es más o menos un clásico)

American History X (1998)

Porque me has hecho llorar cada vez que veo el final, porque Norton es un genio, porque habla de uno de los problemas más frecuentes en el día a día, por el uso del blanco y negro de una manera tan intensa, por tu soundtrack y porque si!


The Dark Knight (2008)

Porque soy un fanboy, porque Heath Ledger me revolvió el cerebro con su Joker y porque recaptura la esencia del Batman humano que tanto me gusta! 


Across The Universe (2007)

¿Que podría salir mal si juntas a una directora de teatro, las canciones de uno de los grupos más emblemáticos del mundo, un presupuesto decente y grandes actuaciones? Tengo tres palabras Across the Universe, eso es lo que pasa. Cada vez que la veo me hipnotiza y me hace perderme por un rato. 

                                                 aunque está bien  reñida con 
No he podido decidir…..

The Breakfast Club (1985)

Porque, porque no? Los 5 estereotipos, la historia de amor, la amistad de colegio. Es una verdadera celebración a la juventud, al ideal adolecente. Además tiene uno de los mejores soundtracks de mundo.



Mighty Morphin Power Rangers: The Movie (1995)
Porque quiero ser siempre quise ser  el power ranger rojo. Cada vez que empezaba corría al televisor, con sus explosiones y villanos extraterritoriales Power Rangers se ha vuelto un hito en muchas vidas, en particular en la mía. Además, he visto esta película más veces que puedo contar y porque…. it´s morphin time!”





Esta lista no es definitiva!

Sobre Érase una vez en América una película de Sergio Leone

Cuando Arnol Milchen, un novato productor en los ochenta,  conoció a  Sergio Leone – ya un director internacionalmente conocido por sus Spagetti Westerns-  en una terraza del Hotel Carlton en Cannes, no era consciente que Leone esperaba en aquella terraza -en la época del festival- ya más de 11 años encontrar a un productor que financiera su próxima película. Hacía más de 13 años que Leone no dirigía, incluso su última producción había sido un fracaso tanto crítico como comercial. Sin embargo, Leone no era un realizador acabado. Lo que siguió, fue una alucinada puesta en escena por el mismo Leone, fotograma tras fotograma de la película que había estado gestando en su mente durante mucho tiempo. Milchen, tras casi cuatro horas, quedo deslumbrado y aceptó de inmediato. Aquella película sería Érase una vez en América.
Dicha película, era una adaptación de “The Hoods”, una novela autobiográfica de poca difusión  -que llego a las manos de Leone por casualidad- de un intrascendente gangster de los años 20 y 30 que perseguido por la mafia después delatar a sus socios, se entregó a la policía  y fue a la cárcel por 15 años para después una vez libre, darse con la cuenta que había sido olvidado por sus perseguidores y la época de su juventud había terminado.

La elaboración del guión duró casi trece años y pasó por una multitud de guionistas que tuvieron que mantener consonancia con la imagen que Leone había concebido. Leone había desarrollado una película hecha en imágenes. El trabajo de los guionistas para Leone, de acuerdo a ello, era desarrollar los personajes y rellenar las escenas con diálogos. La visión de Leone, en adelante, absorbió la propia novela y generó un mundo mítico, pero a la vez profundamente personal en el cual, en palabras de Leone “se partía de la fábula y a través del espectáculo se intentaba alcanzar cierta verdad”.
Por otro lado, esta película marcó la que sería una de las mejores bandas sonoras para una película. Ennio Morricone dio el último trabajo para lo que sería sería una de las relaciones más fructíferas entre director y compositor de la historia del cine, después de haber participado en los Westerns de Leone. La música se compuso con gran antelación, incluso antes de grabar cualquier escena y fue producto de las conversaciones entre Morricone y Leone en Italia, sin siquiera permitirle tener el guión a la mano. Es así que la música rodó en el set a la medida que filmaban la película. De esta manera, la película tomó su verdadera forma a partir de aquella colaboración en la que se logran un profundo equilibrio e imbricación de la  evocación y la fábula.


Las filmaciones comenzaron en 1982 y duraron casi un año. Los protagonistas elegidos fueron Robert De Niro como Noodles, James Woods como Max y Elizabeth McGovern –una estrella ascendente en los ochenta- como Deborah. La historia trascurre en tres tiempos distintos 1922, 1933 y enlazados por la evocación de un Noodles ya veterano en 1968, que explorara dichas épocas mediante flashbacks. Asimismo, dos personajes marcan la dicotomía de la propia experiencia cinematográfica: Noodles un gangster de personalidad lacónica y reflexiva retirado en su propio carácter silencioso, oculta a un soñador que actúa y no ve en su labor más que un medio para ser reconocido por el amor de su niñez: Deborah. Por el otro lado, Max representa la ambición, en su estado más puro, de llegar al poder -y disfrutar de sus gustos más exaltados- de la forma más rápida posible. Ambos protagonistas, junto a tres muchachos del barrio formarían en su adolescencia lo que sería una asociación de una veloz expansión y desenlace en la era de la prohibición. La unión entre ellos generaría la más bella aproximación del pasar de los años y la insondable amistad entre camaradas que juegan tanto de forma inocente como desenfadada en un patíbulo cada vez más elevado de la violencia de las calles.

La película, dentro de su perspectiva, representa la catarsis de un hombre que vuelve al barrio de su niñez y juventud tras de haber escapado de la mafia y vivir con los remordimientos de haber causado la muerte de sus propios socios y amigos de la infancia, después de haberlos delatado a la policía. El misterio, las razones y lo que pudiéramos entender por realidad o no se encierran en un crisol, en donde el tiempo es el personaje principal, escurridizo e incorpóreo se aproxima como una sombra impasible, como un mal recuerdo o un mal sueño.

Érase una vez en América trata sobre el tiempo, la ternura, la frustración y el recuerdo que se encuentran en la historia de un fracaso personal que trasciende las esferas de lo individual para dar desenlace al fin de una era. La era de los gangsters de la prohibición que ven como su labor  e influencia absorbente se ven reducidas en desmedro de la incursión política de las grandes mafias. Los antes chicos de la calle que se iniciaron y formaron su vida en los ritos de la delincuencia y el alcohol como mina de oro del sueño americano en la prohibición, forman parte de una estirpe antigua que no tienen lugar en la sociedad. Dentro de aquellos profundos cambios en la colectividad norteamericana surge la fábula, el mito de un personaje perteneciente a dicha estirpe acabada que regresa y ve como el pasado lo convoca de nuevo a finiquitar cuentas pendientes. Noodles vuelve después de más de 30 años al lugar, donde todo comenzó, y se debate entre aferrarse a la memoria y la historia de su juventud o ver como el mundo que pretendió conocer se desmorona.


No obstante, la película también representa la visión personal de Leone sobre el mito de la vida Norteamericana.  La multitud de referencias  a un mundo que fue apreciado y absorbido en las pantallas de cine de la Roma de su niñez, de una concepción personalísima de la época de un mundo imaginado, legendario, festivo, malévolo y heroico. Es el mito de la sociedad Americana por parte de un cinéfilo que creyó siempre, extrapolando las palabras de  Fellini,  que Norteamérica y su cine eran lo mismo. Érase una vez en América, en ese sentido, es el testamento del profundo amor de Sergio Leone por el cine Norteamericano y sus grandes historias.


Aproximación a Lost Highway de David Lynch


En la oscuridad hay una pequeña luz que alumbra la carretera, no sabemos hacia dónde nos dirigimos, hay angustia, podemos sentir que el viaje será extraño, la respiración se torna más lenta y el camino parece eterno. Somos cuidadosos al manejar ya que no sabemos que nos espera, hay miedo y todo cambia. Lo mencionado es lo que considero que David Lynch busca que sienta el espectador en su película Lost Highway , hermosa cinta cargada de imágenes confusas , con mucha carga de violencia, sexo y locura, lo cual es clásico en las cintas de este director. En este breve texto describiré mi interpretación de esta película basándome en dos temas los cuales considero que sobresalen  en esta bella obra. El primer tema que me centraré es la soledad, donde mencionaré como esta conlleva a que Fred(personaje principal) genere todo un mundo cargado de violencia y locura ; el otro punto será en función al cambio ya que lo que ocurre en la cinta es una clara expresión del devenir de la vida, todo es cambio, todo es caos.

Partiremos de que todo lo que acontece en la cinta es una invención de Fred, este grandioso músico el cual posee un matrimonio desarticulado , generado necesariamente por ataques de celos  ; sin embargo, esta no es la causa primera de todo el terrorífico viaje que crea cargado de imágenes violentas, identidades distintas y desenfreno . Fred es un hombre solitario, obsesivo y desconfiado, podemos notar aquello en las primeras escenas que ocurre en la cinta, donde conversa con su mujer. No sabemos la razón de su desconfianza y obsesión , pero considero que  debido a la forma en que crea todo ese mundo deshebrando en el cual se ve que asesina a su mujer , donde aparecen personajes extraños y tiene ese problema de identidad  , es debido a la soledad que este siente. Es relevante mencionar a qué me estoy refiriendo con esta palabra ya que debido al contexto se podrá entender mejor ; con soledad quiero decir a esa sensación de no sentirse insertado en la sociedad, esa falta de sentido en un mundo donde todos somos iguales , se puede notar esto expresado en la fiesta a la que este acude y donde Fred se siente completamente incomodo, sabemos que esta escena es también creación suya , con mayor certeza podemos  dar cuenta de ello. Fred es un individuo que representa ese desinterés por el mundo, por aquellas cosas banales que configuran al hombre actual  que pierde cada día su individual id , a él solo le gusta tocar música, en ese momento es libre ,  la música es una extensión de su cuerpo,  toca para él, los demás nos les interesa , es un loco y está solo, pero como todo sabemos , la soledad es angustiante y es necesario compartir algo , él debido a ello tiene una mujer la cual podemos notar que lleva una relación media extraña con Fred, una relación donde el sexo es lo único que se comparte. El problema es que la incapacidad de satisfacer Fred a su esposa genera que este tenga ataques de celos y se vuelva más loco de lo que este personaje ya está.
La soledad y los celos  llevan a que este empieze a crear un mundo donde su mujer lo engaña y juega con él haciéndole creer que alguien los graba desde dentro de su casa. En un primer momento parece no interesarle a Fred, pero luego damos cuenta de que este  empieza a cambiar su actitud , debido a que todo se torna más extraño con su esposa, Fred no soporta y en un arranque de locura decide matarla. Este es un punto sumamente importa en la película , luego de esto todo cambia .


El camino sigue siendo oscuro y los faros del auto solo alumbran la carretera, no sé qué hay más adelante, ya estoy perdido, no  importa hacia donde vaya seguiré teniendo miedo ya que no sé dónde estoy, me tiemblan las manos y creo perder el control. Siento frió y de repente…sigo manejando.
El cambio es la esencia de la vida, Lynch acentúa ello en el cambio de identidad que tiene Fred luego de creer que ha asesinado a su esposa. Él ahora es Pete y está en prisión. En esta parte de la cinta no nos damos cuenta de que ocurre ya que la primera parte todo gira entorno a Fred y su locura, sin embargo en este momento el director nos hace entrar al mundo que Fred ha creado, donde es otra persona y donde su vida se torna más caótica que antes. Este (Fred/Pete) empieza una relación con la mujer de un mafioso y se involucra con gente peligrosa; lo llamativo de lo que acontece es que todos esos personajes con identidades e historias distintas son las mismas personas que Fred conoce pero con un rol distinto en un mundo distinto. Claro está como ya se ha mencionado que todo es una creación de este, pero  él no controla esa creación, cada vez ese mundo se torna más extraño. Las actitudes de Pete y con los que se relaciona cambian de forma notoria, es algo inevitable Fred se está volviendo loco, ya no entiende nada. Lynch quiere que sepamos que ve Fred y sentir lo que este siente en ese viaje caótico dentro de su mente. Los cambios radicales de roles y de situaciones peligrosas a situaciones cargadas de deseo muestran la naturaleza del vivir; creemos ser seres cotidianos, pero si damos cuenta de lo que nos sucede en cada momento, el cambio siempre se da. Lo que se busca es que se asuma el cambio y se tenga la predisposición de aventurarnos a lo que nos acontece siempre como una nueva experiencia, Lynch exagero ello con las interacciones de sus personajes cambiándolos de identidad, configurándolos entre situaciones caóticas y llenas de locura. Fred/ Pete configuran en su actuar el movimiento del cambio en la cinta. Estos asumen lo caótico y lo extraño de la vida que no deja de cambiar y se sumergen en ella actuando de la única forma que pueden…Sobreviviendo.
Busco la salida en la oscuridad, el aire se torna más denso  y el viaje parece eterno; no hay final en la carretera perdida solo diferentes formas de perdernos en ella.




El cabeza de lápiz

Fueron muchas las ideas que se nos vinieron a la mente al empezar este pequeño-gran proyecto, pero la que sin duda más destaco fue el hecho de tener un espacio donde expresar y compartir nuestros intereses y sentimientos hacia el principal motor de nuestras vidas, el arte. En un lugar como cualquiera otro, en una fecha sin ninguna importancia especial, apareció en nuestras vidas un individuo muy peculiar, vestía de traje elegante y en el lugar donde normalmente se encontraría su cabeza, se situaba un gran lápiz.
Suele ocurrir que desde pequeños nos enseñan a no hablar con desconocidos pero esta “persona” en particular emanaba cierta energía positiva de felicidad y confianza que poco a poco nos fuimos acostumbrando a él. Fue así que conocimos al “Cabeza de Lápiz”.
Tenemos el agrado de presentarles un espacio creado con ansias de poder difundir todo tipo de arte. Esperemos que os agrade y disfruten de la compañía de nuestro característico amigo tanto como lo hacemos nosotros. 
Aquí algunos pensamientos que hemos querido expresar cada uno de los que colaboramos con esta página.


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En ese tiempo remoto éramos muy jóvenes y escribíamos temas necesarios y estimulantes, sin real importancia. Éramos felices y no teníamos fechas límites, ni mucho menos formas, porque nos divertía y no había necesidad de ellas para poder escribir algo decisivo e invencible. Y si lo que escribíamos no era valioso, ni trascendente, ni mucho menos especial en cualquier u otra forma, siquiera buscaba ser sincero y por lo tanto era crucial, era continuamente lo que deseábamos decir o haber dicho jamás de nosotros y nuestra historia.

-Diego


Me siento tan libre entre cuatro paredes, solo yo, el humo, mi pantalla y las paredes que me acompañan. Una cabeza se asoma, no me molesta. Me escribe mientras lo veo, me describe con su mirada. Me libera la realidad de mundo en el que no vivo. Sueño con soñar y no necesito nada más. Escribo lo que pienso sin que realmente importe lo que diga. Solo. Estoy solo, pero me siento libre, como nunca. Soy un caballo que corre en un 3x5, soy un cuarto que se achica, soy una idea que no se ha pensado, soy el peor medio del temerario. Soy un lápiz que anda por ahí tirado.

-matíasMG


Estoy aprendiendo a ver los colores que me regala cada movimiento,
Estoy sintiéndome cada vez más imposible
Estoy volviendo a la caverna a dibujar las estrellas que nunca vi.
Estoy volando mientras le grito a la vida.
Estoy teniendo sueños donde todos están riendo.
Estoy dibujándome mientras sonrío.
Estoy volviéndome loco… Espero que tú también... Sé que tu también.

-Smud


Cada uno nace con un cuerpo, un cuerpo prestado. Somos visión y respiración en movimiento, vamos de un lugar a otro. Tenemos sentimientos, tenemos fuerza, tenemos amor. ¿Con cuántos ojos vemos el mundo?  ¿Con cuantas manos sentimos la realidad? Tal vez solo falta cerrar los “ojos” por un momento y dejarse llevar por lo que en realidad le da sentido a la vida, sentir lentamente como ella nos llama y como su voz acaricia día a día nuestra existencia.
Frente a un ingente mundo lleno de terrenos vacios nos arrodillamos, buscamos un escape,  y solo vemos el reflejo de nuestros cuerpos vacios. De pronto, una promesa aparece al lado nuestro, un pequeño papel con bellas letras que escribe:


“Conóceme, trabájame y no me dejes nunca. Prometo estar siempre contigo"

Al terminar de leer, nuestro cuerpo siente una nueva y extraña sensación de compañía, ya no estamos solos, nos sentimos llenos, con una misteriosa fuerza que nos hace experimentar la libertad en cada centímetro de nuestro cuerpo anteriormente deshabitado. El mundo a nuestro alrededor ha cambiado, ahora podemos seguir caminando sin la preocupación de ver nuestros pasos desvanecerse con el tiempo. Gracias a ella, que nos acompaña cada día de nuestras vidas, podemos ahora vivir para siempre.

-Fest