miércoles, 21 de enero de 2015

Palabras de una persona en soledad.

No hay nada alrededor, no hay nadie alrededor. ¿Qué me mantiene vivo?
Todas las cosas son tan frágiles, tan efímeras… todo se diluye con el tiempo. Parece que ahora toda promesa tiene un significado baladí tácito. El hombre busca siempre tener una mano de apoyo a su lado, una persona no puede permanecer ausente de la sociedad, uno vive tranquilo sabiendo que tiene a alguien en quien apoyarse en momentos difíciles, creas todo un mundo alrededor de aquel que prometió con palabras extenderte el brazo antes de que caigas. La lluvia aparece en tu vida, alzas la mirada y ves aquel brazo, te sientes un poco aliviado, estiras el tuyo para alcanzarlo y ves asombrado  que tu mano atraviesa esa última esperanza como si fuera humo,  tu cuerpo cae lentamente hacia lo profundo de la soledad.  ¿Existe realmente la soledad? Siempre me intrigó que todo enunciado de soledad tiene implicado que existe un “alguien” más. Tal vez nunca podremos librarnos de ese alguien más en la definición de soledad pero, me parece que la soledad más pura se siente al no encontrar alguien con quien compartir de tu felicidad, de tu vida, de tu conocimiento. Entonces…
¿Qué pasa cuando construyes tus metas, tu camino, tu vida, alrededor de promesas líquidas?

Todo a tu alrededor es transitorio, nada dura, nada vale la pena, nada te llena. La relaciones en este mundo no son lo que yo esperaba, tal vez no he nacido en el mundo adecuado, tal vez en mi próxima vida será mejor, tal vez será peor, no lo sé. Por ahora me encuentro solo.

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