El enfrentarnos a los colores es de suma importancia a la
hora de apreciar una obra de arte. Siempre se intenta dar una interpretación en
función a la forma en que los colores han sido plasmados y se intenta al
apreciarlos, convivir con ellos. Los colores en una obra de arte son movimiento,
son dinámicos, son misteriosos. El misterio reside en su contingencia, en su
condición de posibilidad, de poder ser de otra forma, es decir ser de otro color.
Usualmente el que observa la pieza no
piensa en la posibilidad de otro color, solo se queda en la observación de este.
El afán de lo estático, de lo inamovible ha estado
relacionado con la pretensión moderna del dominio, es decir de conocer
completamente algo e ir poco a poco conociendo más cosas en su totalidad. El
problema es que al pretender conocer todo de algo, suponiendo que esto sea algo
que no cambia, que no deviene, se deja de lado y se va en busca de “dominar “otra
cosa. Al dejar de lado lo que se considera dominado, teniendo en cuenta que se
conoce todo de ello, no se toma como posibilidad que esto pueda cambiar;
generando así que el hombre tenga una relación con el objeto de forma no activa,
con esto me refiero a una actitud no creativa, no libre, cerrando la
puerta a su condición de posibilidad ya
sea del hombre o del objeto /cosa conocida. Nos gusta poseer el control, no
gusta saber que nada cambia ya que de esta forma se tiene un conocimiento más
claro de lo que acontece y nos da seguridad, que es exactamente lo que ahora
busca el hombre, estar seguro de todo. La seguridad hace olvidar al hombre al igual que el
dominio que él es condición de posibilidad, la búsqueda insaciable de seguridad
y control demuestra la pasividad actual que el hombre tiene con relación al
mundo.
Estamos perdiendo la inocencia, hemos perdido el asombro,
todo se controla, todo puede ser ahora nuestro .Debemos pensar en el mundo como
si fuera una obra de arte y todo lo que hay dentro de ella son sus colores,
estos aparentemente no cambian, porque no se observa su movimiento; sin embargo,
estos son movimiento, siempre son distintos
y pueden ser y son cada vez de otro color. Heráclito decía que nadie se
baña en el mismo ríos dos veces, refiriéndose al devenir de la vida, al
constante cambio. El rojo de hoy, no será el mismo rojo de mañana …Tal vez podría ser azul.
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