Publico este cuento en honor a un maestro que me ha ayudado en muchas de mis vidas . Espero que lo disfruten . No pongo el nombre del autor porque muchos ya saben quién es .Un fuerte abrazo, silencio donde quiera que estés.
“La verdadera locura quizá no sea
otra cosa
Que la sabiduría misma que cansada
De descubrir las vergüenzas del
mundo,
Ha tomado la inteligente decisión
De volverse loca”
Enrique Heine
“No pude mas que abrazar la idea,
Su amor traía consigo la furia de
Los huracanes y el dolor de la
devastación,
Sin embargo era insuficiente para
agitar
Mi espíritu con la violencia
necesaria
Para arrancarle de su equilibrio,
De su esencia, de sus amores opacos
De mil historias de pírricas batallas”
César Escalante
EL HALO DE DIOS
Salió corriendo de su casa gritando ferozmente, el grito
abandonaba todo indicio de cordura, se adentraba en lo más profundo de lo
incivilizado, recorriendo peligrosamente el resquicio animal, despertando para siempre
las huellas de lo primitivo.
Entonces fue cuando caminó convertida en esa imitación de ser humano actual , recorriendo las calles sin reconocer a nadie, maldecía en su interior contra todo lo que podía, absolutamente contra todo, no había nada más que recurrir solo a dios , protegió esa idea como podía, atrás quedaron las clases llenas de saberes universales , ella solo tenía una idea en mente, una idea que la atormentaba y hacía que su corazón latiera mil veces por minuto reventándose en sangre , -solo él puede acabar con este dolor-,se decía una y otra ves,- ¿era posible creer ahora en todo lo que nunca creyó antes?- , llegó entonces cerca de un templo, su razón colapsó, desprendió toda esa imagen fría e inquietante de verse al espejo como un animal social y la reemplazó por el más bello y banal de los pensamientos, “Hija de dios” y es cuando sintió que había llegado a la puerta de aquel lugar por un milagro, que dios en su infinita misericordia se había propuesto ayudarla y la estaba también castigando por tanto pensamiento estúpido y soberbio que la humanidad tuvo al creer que podía haber inventado a dios y escupió la soberbia de las ciencias como quien escupe al diablo y maldijo sus noches de juerga llenas de locuras y sábanas agitadas y fue cuando rechazó el placer y maldijo el pecado, al más cruel de todos y se refugió en sus adentros y sintiéndose diferente huyó de la razón, fue entonces que el último disparo neuronal que le quedaba murió , sintió miedo y soledad y pidió a gritos que le quitasen la angustia, el más profundo dolor que le aquejaba.
Abrió la reja cuidadosamente, era una casa vieja que había sido
arreglada, sus estructuras estaban tan apantanadas que formaban un arco crudo
lleno de figuras al azar, daban la impresión de las muchas formas que
el templo pretendía tomar. Avanzó hacia la puerta y un hombre que no era
apuesto pero actuaba como si lo fuera se acercó a ella y viendo de cerca sus
sollozos cogió su mano simulando como podía, creyendo como pudiese, que dios lo
había puesto en el camino de esa ingrata criatura y fue así que sin mediar
palabra alguna el buen elegido la condujo en dirección a los interiores del
templo y le habló, le habló de lo mucho que dios la amaba de lo mucho que ella
necesitaba creer en dios y deduciendo su procedencia universitaria la conminó a
abandonar toda rastro de duda y le profirió la más grandes de las culpas ,- ¡nunca
jamás debes negar a dios porque si lo haces despertarás al enemigo y vendrá por
ti ! y diciendo esto la última neurona cuerda de su mente fue aniquilada en el
mas cruel de los silencios y en el más inhóspito de los lugares para la razón ,
entonces ella lo abrazó y él sintió sus pechos frescos como el algodón y retuvo
cuanto pudo el deseo y se refugió en dios y maldijo una y otra vez al
enemigo , por fin no pudo más y la alejo de él, cubierta de las huellas
secas de sus lagrimas, ella asintió a sus actos al verlo como su salvador y
halo y dijo; padre , el corrigió; no, padre no , el padre está en el cielo yo
solo soy el pastor que vela por sus ovejas y diciendo esto le invitó a
participar del encuentro del rebaño esa noche , ella salió y la
despidió con un abrazo que comprometió esta vez, más que los dulces algodones que
había sentido , esta vez, él se sintió invadido por su perfume pero no profirió
maldición alguna simplemente vio en ella a la sublime María Magdalena y se
sintió una vez más el elegido.
Eran cerca de las siete de aquel día sábado y ella se puso
el más sobrio de los atuendos pero sus ropas participaban ampliamente de su
buena figura , sus ropas eran negras quería dar la impresión adecuada en la
casa de dios, ella entró y se acomodó en una de las bancas que estaban
repartidas en aquella sala que no era muy grande , pero había mucha gente,
habían echo venir a casi todos los fieles pera recibir el nuevo milagro de dios
y la bendición preferente de aquel templo y la visión que tuviera su fundador
al dejar la bebida, la ingrata compañía de todos sus pecados, aquellos que
fueron muchos desde que nació y dios perdonó todos los pecados de él y los que
su familia cometió contra él y contra ellos mismos y los perdonó y lo perdonó a
él de todas las injurias propaladas contra toda su prole, por que rezó y se
sintió liberado aunque nunca cruzara ninguna palabra con ninguno de ellos pero
dios lo curó de todo y contra todo y mientras él estuviera con el santísimo él
no temería a nada ni a nadie y sería indestructible entonces liberaría a la
humanidad de todas las mentiras del diablo y acercaría a todos hasta su muerte,
a la gracia de dios , que era el seno donde nacieron y del cual nunca
hubieran querido apartarse.
Ella atendía a la palabra de dios y a la palabra de su pastor, las cuales eran las mismas, y sucumbía aparentando la mirada de las vírgenes en los cuadros de mercado y ella se sentía virgen ahora y ella era bonita y así lo sabía ella y todo aquel que la mirase y entonces se sintió sobrecogida y privilegiada, llena de paz, una paz donde no existía absolutamente nada más que la comprensión de dios y la de sus nuevos hermanos, que no hacía falta mas que escuchar un pecado cada vez más nuevo para gritar aleluya y con eso último se liberó y como pasó con el pastor antes, se liberó de todo, y perdonó a todos y todos la perdonaron .
El pastor por último dirigió una ultima plegaria por todos aquellos que nunca habían visto la luz y con esto último prosiguió sublime el camino por ese estrecho pasaje que daba lugar la sala llena de bancas y se detuvo en el centro, ahí, en medio de todos, sudando, transpirando con todos los poros de su ingrata presencia, que le habrían el cuerpo en una inconstante forma sobrehumana, recorrían su cuerpo millones de fluidos de este y del otro mundo, sus músculos proferían una danza casi acústica, pero él sonreía, creía haber encontrado el clímax perfecto que el cielo en su inspiración pudiera ofrecer, en ese constante bamboleo y de tanta aleluya su corazón no pudo resistir más y cayó y agonizando como estaba con el más profundo dolor de pecho, se desprendía de esta vida y queriendo finalmente que lo auxiliasen, en ese instante su rostro se iba transformando y dejó de sentir de todo y cuanto hubiera imaginado y confundidos todos con la plegaria y los milagros lo dejaron desfallecer frente a sus narices muriendo horriblemente en el griterío más infame que la prisión del cuerpo hubiera escuchado jamás. Ella Finalmente se acercó al cadáver y lo abrazó, aún el cuerpo estaba tibio, ella lo sintió y lo interpretó como el más puro de los encuentros y dio las gracias finalmente a dios.
Ella atendía a la palabra de dios y a la palabra de su pastor, las cuales eran las mismas, y sucumbía aparentando la mirada de las vírgenes en los cuadros de mercado y ella se sentía virgen ahora y ella era bonita y así lo sabía ella y todo aquel que la mirase y entonces se sintió sobrecogida y privilegiada, llena de paz, una paz donde no existía absolutamente nada más que la comprensión de dios y la de sus nuevos hermanos, que no hacía falta mas que escuchar un pecado cada vez más nuevo para gritar aleluya y con eso último se liberó y como pasó con el pastor antes, se liberó de todo, y perdonó a todos y todos la perdonaron .
El pastor por último dirigió una ultima plegaria por todos aquellos que nunca habían visto la luz y con esto último prosiguió sublime el camino por ese estrecho pasaje que daba lugar la sala llena de bancas y se detuvo en el centro, ahí, en medio de todos, sudando, transpirando con todos los poros de su ingrata presencia, que le habrían el cuerpo en una inconstante forma sobrehumana, recorrían su cuerpo millones de fluidos de este y del otro mundo, sus músculos proferían una danza casi acústica, pero él sonreía, creía haber encontrado el clímax perfecto que el cielo en su inspiración pudiera ofrecer, en ese constante bamboleo y de tanta aleluya su corazón no pudo resistir más y cayó y agonizando como estaba con el más profundo dolor de pecho, se desprendía de esta vida y queriendo finalmente que lo auxiliasen, en ese instante su rostro se iba transformando y dejó de sentir de todo y cuanto hubiera imaginado y confundidos todos con la plegaria y los milagros lo dejaron desfallecer frente a sus narices muriendo horriblemente en el griterío más infame que la prisión del cuerpo hubiera escuchado jamás. Ella Finalmente se acercó al cadáver y lo abrazó, aún el cuerpo estaba tibio, ella lo sintió y lo interpretó como el más puro de los encuentros y dio las gracias finalmente a dios.
Espere tantas veces llorando a que alguien cobijara mis ganas
Y anduve en la mísera desesperanza
Desplazada para siempre
Cuando hacia de mi amor el mas fútil de mis encantos
Lloré tan amargamente y robé la tradición de mi madre
Y cogí cada uno de mis encantos
Y le dedique las flores mas secas de mi vida
Y lloré amargamente al ver la furia loca de mi memoria
Recogiendo retazos de tela de la infancia
Y me volví loca
Solo dios podía salvarme y retroceder el tiempo
Porque para él, no hay tiempo y el tiempo es una llama
¡Dios regresa mi pureza, quiero ser tu virgen tu elegida y ser amada!
No hay comentarios:
Publicar un comentario