lunes, 19 de mayo de 2014

Top 10: Mejores Discursos o Monólogos del Cine


La lista es arbitraria y no tiene un orden definitivo, este sólo es un reflejo de unos de los mejores momentos que estimo deben ser mencionado. Como entenderán el espacio de esta lista sobrepasa cualquier intención de formar una lista más completa, habiendo dejado de lado bastantes opciones.
Por otro lado, si discrepan  o encuentran que falta algún monólogo o discurso que no he tenido en cuenta, y creen que merece un espacio en la lista, hagan la suya y compártanla o háganmelo saber en los comentarios.

10. Pulp Fiction (1994). Jules Winnfield (Samuel L. Jackson)
Tarantino siempre ha tenido una gran facilidad con los diálogos. Pudimos haber elegido cualquier monólogo protagonizado  por Waltz, Walken, DiCaprio o incluso el mismo, teniendo el mismo gran valor. Pero hemos elegido el monólogo más memorable y elque puso en el estrellato a Samuel Jackson.




9. Cinema Paradiso (1988). Alfredo (Philippe Noiret)
Cinema Paradiso trata del amor al cine, a la inocencia de la infancia y  los amores de juventud. En este monólogo, Alfredo trata de explicar a Toto algo sobre el amor con una pequeña historia.





8.  Dead Poets Society (1989). John Keating (Robbie Williams)
Antes de  #YOLO, la gente no decía nada, porque su equivalente era muy raro y estaba escrito en latín: Carpe Diem. No obstante, cuando se estrenó  “Dead Poets Society”, pudo haberse puesto de moda, quién sabe. Robbie Williams encarna en esta escena, a ese profesor de literatura que todos deseamos haber tenido.




7. Scent of Woman (1992) Coronel Frank Slade (Al Pacino)
Cuando Charlie, un estudiante becado de una escuela privada, es testigo de una broma al director del centro de estudios por parte de sus compañeros, se le ofrece un soborno para dar los nombres de los implicados. Charlie se niega y ve cómo queda sólo ante la acusación, mientras sus compañeros se salvan el pellejo -gracias a la billetera de sus padres-  y él es ajusticiado ante todo el alumnado. El Coronel Frank Slade su mentor y compañero de viaje, se para en el estrado a defenderlo.




6. The Third Man (1949)
Orson Welles, además de tener, en esta película, una de las mejores entradas a escena jamás vistas en la historia del cine, nos presenta una de los monólogos más breves y cínicos de aquella época.





5.  Mr. Smith goes to Washington (1939). Jefferson Smith (James Stewart).
Cuando Mr. Smith un joven idealista se dirige a Washington, ante una improbable elección de senador de una locación olvidada en el Estados Unidos profundo, es ahí donde puede palpar la corrupción, la amoralidad y la injusticia de del sistema, del que tanto creía. Mr. Smith,  en una infatigable ponencia,  defiende los valores de la democracia ante la maraña corrupta que ha podido presenciar.




4. La Strada (1954). IL Matto “El tonto” (Richard Basehart)
La Strada es la historia de una joven muchachita que es vendida, por su madre, a Zampanó, un rudo y abusivo hombre de circo, el cual la maltrata e insulta en sus constantes viajes alrededor de Italia. Una noche, cuando Zampano es llevado a la cárcel por agredir a un compañero de trabajo, Gelsomina no sabe si escapar con el circo a la  mañana siguiente o esperarlo. En esta escena Il Matto, un violinista del circo, trata de consolarla con unas bellas palabras.

El video está en youtube, me es imposible colgarlo, vale la pena verlo. Aquí el enlace:





3. The Great Dictator (1940). El Barbero judío (Charles Chaplin)
Siempre he creí que “The Great Dictator” fue una excusa para poder proyectar este discurso al mundo. Sus palabras son esperanzadoras.



2.  On the Waterfront (1954). Terry Malloy (Marlon Brando)
El monólogo de Marlon Brando en On the Waterfront es uno de esos momentos en el cine, en el que todo encaja. A pesar del paso del tiempo, esta escena sigue siendo uno de los hitos del cine y el punto más álgido de la carrera de Brando. El monólogo, se sitúa en la confrontación de dos hermanos de Terry y Charlie. Terry, un ex boxeador, no sabe aún si testificar contra la mafia sindicalista  (de la que forma Charley) que asesino al hermano de la chica que quiere, o conformarse con el silencio y la seguridad de una buena paga. En ese instante, la añoranza a los tiempos pasados de su carrera en el box, surge como una gran herida que  no puede superar.




1.      Casablanca (1942). Rick Blaine (Humphrey Bogart)
 No necesita mayor presentación. Bogart entrega una de las despedidas más románticas del cine. El sentido del deber y el amor entran en conflicto y toman una resolución que se mantiene inmortal en la mente de todos los cinéfilos.  



Bonus:

La Dolce Vita (1960) Marcello (Marcello Mastroianni)
En la obra maestra de Fellini, Marcello un periodista que disfruta la vida bohemia de Roma, desprecia a su mujer, escapando de una vida mediocre y sin belleza, que no quiere aceptar como su hogar.


Wall Street (1987). Gordon Gekko (Michael Douglas)
El maquiavélico Gordo Gekko nos da una clase sobre el verdadero motor del progreso humano: La avaricia.




Raging Bull (1980) Jake la Motta (Robert De Niro)
Aunque debí haber elegir Taxi Driver y el monólogo que improvisó De Niro (Are you talking to me) frente al espejo, siempre he preferido Raging Bull y su escena inicial, en la que Jake La Motta se prepara antes de su número sólo en el vestuario, es poesía pura.




The Devil’s Advocate (1997) John Milton “El Diablo” (Al Pacino)
El Diablo se nos revela como el último humanista de nuestro tiempo.





Rumble Fish (1983) The Motorcycle Boy (Mickey Rourke)

Rumble fish relata la historia de violencia de los jóvenes desclasados de una ciudad, sin padres y viviendo en la pobreza. En la misma, Rusty James, es el líder de una pandilla y vive bajo el legado de su hermano que se fue hace bastante tiempo. Sólo cuando The Motorcycle Boy vuelve, después de muchos años, cansado y más lúcido, puede tener una conversación sincera con alguien. En esta escena, le habla de los Rumble Fish y su triste relación con ellos.


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